lunes, 27 de agosto de 2007

BOGOTÁ UNA CIUDAD DE CONTRASTES

El Santuario del Señor Caído de Monserrate
en el cerro del mismo nombre, lugar de veneración
y de visita obligada.


No se puede desconocer, que la ciudad de Bogotá capital de la República de Colombia, ha avanzado de una manera sorprendente, en todos los campos que conllevan de manera sustantiva a condiciones de habitabilidad que son las razones indispensables para alcanzar una calidad de vida, por parte de sus ciudadanos. Se ha convertido en la gran metrópoli o ciudad principal, gracias a las buenas administraciones responsables que han dirigido la ciudad en los últimos años. Para comprobar esta afirmación no es sino caminarla, disfrutar esos recorridos por andenes bién arreglados y con la infraestructura correspondiente, pasear por sus parques y gozar de la arborización, de su mobiliario arquitectónico, de sus avenidas, de las zonas verdes con bellos prados. Pero además de un nuevo comportamiento por parte de los que viven en la capital, a través de una cultura ciudadana, que muestra los avances tan significativos en esta vertebral materia y todo esto hace posible que el habitante de Bogotá, pero también el turista, disfrute, goce y tenga sentido de pertenencia por una ciudad que está en una dinámica de transformación permanente para el bienestar de sus gentes.

Los servicios públicos están alcanzando cobertura casi total, para todos los sectores, particularmente para los estratos mas pobres, percibiéndose por parte de éstos que la ciudad les está ofreciendo mejores niveles para alcanzar una vida mas digna. En el campo de la educación parece ser que se ha llegado a metas nunca pensadas en otras épocas, en cuanto a la calidad de la misma y cobertura, pero también en la magnífica infraestructura de la cual se está dotanto a las instituciones educativas del Distrito Capital. Aquí cabe resaltar la preocupación de la administración, por no ahorrar esfuerzos para invertir en educación, como una estratégia de primer orden para erradicar la pobreza y por ende lograr mejores ingresos, que se traduce en equidad social, llámese salud, empleo, recreación, etc.

La política social de la Alcaldía sintetizada en una bella frase “Bogotá sin Indiferencia”, muestra hasta que punto el espíritu de solidaridad y de atención integral al ciudadano mas necesitado y pobre, aplicada con criterio de justicia social, en todas las veinte localidades que conforma la ciudad, está mostrando el éxito y la aceptación de la misma. Los comedores comunitarios son una realidad, en donde los niños, ancianos, madres cabeza de hogar y todos los menesterosos, pueden acudir a recibir sus desayunos, almuerzos y refrigerios, contribuyendo de esta manera nada mas ni nada menos que a erradicar el hambre de la población mas vulnerable de la sociedad. Para las autoridades no se justifica que ninguna persona en estado de extremada pobreza, deje de percibir sus alimentos como una acción de alta política, con amplias repercusiones sociales. Es algo inequívoco que la equidad es dar respuestas en esta dirección a todos aquellos que así lo necesitan y a lo cual tienen pleno derecho. Esto es justicia natural.

Naturalmente que no todo es color de rosa, puesto que existe en la ciudad un fenómeno preocupante de crecimiento constante de la población, producto de la migración y del fenómeno de desplazamiento, por razones de la violencia que se vive en distintas regiones del país, reflejándose particularmente en los estratos dos y tres, puesto que estas personas venidas de todos los rincones de Colombia, buscan los sectores mas pobres, disminuyendo la calidad de vida de las poblaciones ya establecidas. También se traduce en cinturones de miseria, urbanizaciones piratas, inquilinato entre otros y esto repercute en todo el espectro de la ciudad. Obviamente que es un fenómeno exógeno, que debe tener el concurso y los correctivos del gobierno nacional, dado que pertenece a esa órbita. Aquí debe existir la ayuda del Estado en su conjunto, ya que Bogotá es la ciudad de todos, la que vende la imagen del país, la superciudad, por supuesto, sin demeritar otras que son de primer nivel de desarrollo y que de igual forma viven este tipo de situaciones.

Quiero referirme al transporte urbano como uno de los cuellos de botella, que no se ha podido resolver como lo reclama la mayor parte de la ciudadanía. El caos vehicular se ha convertido en una constante, afectando particularmente al ciudadano de a pié, que no puede utilizar transporte particular, puesto que sus pocos recursos le impiden la compra de carro, para movilizarse con la comodidad y tranquilidad que otros ciudadanos si lo pueden hacer. Los habitantes de la gran ciudad, tienen que recorrer largos trayectos para tener acceso a su transporte y la falta de alimentadores que hacen parte o son componente del servicio de buses articulados “transmilenio”, son otro factor perturbador para alcanzar una buena calidad de vida.

Los buses, las busetas, los colectivos, de modelos viejos, además el desaseo de los mismos, la falta de cultura de los conductores, convierten este tipo de transporte en algo obsoleto, fenómeno éste que obliga a la clase dirigente de la ciudad, a actuar prontamente sin egoísmos ni mezquindades para que consensuadamente y con grandeza se encuentre las fórmulas que resuelvan de manera definitiva este grave problema. Son tantas las propuestas que se han presentado, sobresaliendo la tan anunciada chatarización, la ampliación del pico y placa, pero particularmente me inclino por la construcción de el metro. La Capital de la República merece este tipo de transporte masivo, eficiente, digno, de buena calidad, confortable, seguro y a la altura de una ciudad moderna, como lo tienen otras ciudades del continente. ¿Por qué Bogotá no puede tener este tipo de transporte?

Existe otro aspecto que pareciera que hiciera parte del paisaje de la ciudad y que es consecuencia de las dos principales debilidades estructurales de la urbe, el primero como lo hemos venido planteando el transporte y el segundo la seguridad. Para comprender mejor, no es sino utilizar el transporte urbano, para ir de un lugar a otro de la ciudad, presentándose en el trayecto o recorrido, la invasión casi violenta y subrepticia, de personas de distintos perfiles, en condiciones paupérrimas y lamentables, entre los cuales se destaca los que ofrecen todo tipo de comestibles, sin las reglas higiénicas correspondientes, particularmente niños o madres con bebes de brazos, otros con historias que causan escozor por lo dramáticas de las mismas, sobresaliendo las razones de desplazamiento forzado y masacres presentadas en sus lugares de origen. Los drogadictos que manifiestan su intención de regenerarse y la necesidad de lograr unos pesos para poder aliviar el hambre y el frío. Las historias que narran los que supuestamente tienen familiares enfermos con cuadros clínicos catastróficos, mostrando documentos, que respaldan su pedido. Otros señalando sus brazos con sellos, como indicación de haber estado recientemente en la cárcel y requiriendo los dineros para poderse trasladar a sus ciudades de origen.

En fin me haría interminable describiendo los distintos especímenes, que sin ningún reato y atropellando al pasajero y al mismo conductor, encuentran en el pésimo servicio de transporte urbano, un mercado en donde las gentes se ven precisadas a darles una moneda, muchas veces por temor a represalias y malos tratos de estos personajes. Debo reconocer que esto puede ser un síntoma de la alta tasa de desempleo existente en la ciudad. Ante quién se recurre para que la ciudadanía que emplea el servicio de transporte bogotano, no siga siendo sometida a este dantesco espectáculo, de personas que han convertido la caridad en un modus vivendi?

A pesar de los contrastes manifiestos, Bogotá es una ciudad señorial, alegre, festiva, cultural, moderna, deportiva, industrial, académica, cosmopolita, que se encuentra mas cerca de las estrellas, a 2650 metros de altura sobre el nivel del mar, situada en la cordillera oriental de los Andes y fundada por don Gonzalo Jimenez de Quesada, el 6 de Agosto de 1538, con una extensión aproximada de 33,000 hectarias. La capital de Colombia debe constituirse en un lugar obligado del turismo nacional e internacional; pero además es la capital que ha trazado su ruta de progreso, de desarrollo y equidad social, con la convicción de sus ciudadános, de que es el único camino para alcanzar metas superiores y que espera de sus próximos gobernantes, la ética y la responsabilidad para conducir la urbe y seguir en la dinámica de posicionarla como la primera ciudad de América Latina. Que bella es mi ciudad y que orgulloso me siento de ser bogotano.

viernes, 17 de agosto de 2007

SOÑANDO POESÍA

LA FIGURA INMORTAL DE DON QUIJOTE DE LA MANCHA
Y SU INSEPARABLE ESCUDERO SANCHO PANZA.






Hemos creado la sección “Soñando Poesía”, como una de las manifestaciones mas hermosas y antiguas del hombre, por medio de la cual el sentimiento artístico se expresa a través de las ideas de su propio mundo ideal; en este caso la poesía, como parte esencial de la literatura, pero también las emociones se plasman en un lenguaje que la misma imaginación va señalando.

Pero además como lo señalan algunos estudiosos de este mundo maravilloso, es una realidad espiritual, que va mucho mas allá del arte. Octavio Paz, se pregunta ¿Qué pretende el poeta cuando expresa su experiencia y su respuesta es: “La poesía ha dicho Rimbaud, quiere cambiar la vida. No piensa embellecerla como piensan los estetas y los literatos, ni hacerla más justa o buena, como sueñan los moralistas. Mediante la palabra, mediante la expresión de su experiencia, procura hacer sagrado al mundo; con la palabra consagra la experiencia de los hombres y las relaciones entre el hombre y el mundo, entre el hombre y la mujer, entre el hombre y su propia conciencia. No pretende hermosear, santificar o idealizar lo que toca, sino volverlo sagrado. Por eso no es moral o inmoral; justa o injusta; falsa o verdadera, hermosa o fea. Es simplemente poesía de soledad o de comunión. Porque la poesía que es un testimonio del éxtasis, del amor dichoso, también lo es de la desesperación. Y tanto como un ruego puede ser una blasfemia”.

Otro de los grandes el sevillano Gustavo Adolfo Bécquer, escribió una de sus bellas rimas acerca del tema: ¿Qué es poesía?, dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul. Que es poesía! ¿Y tú me lo preguntas? Poesía.....eres tú.

En este orden de ideas y entendiendo lo bello y lo excelente de esta expresión literaria, el orientador de esta página quiere compartir con todos sus amables lectores algunas líneas de su mundo poético, con lo que ha dado en llamar "soñando poesía", en esta oportunidad con algo que ha intitulado:


CUANDO

Cuando la estrella tutelar de nuestro planeta
con sus rayos fulgurantes, anuncian el maravilloso despertar
de un nuevo día, comprendo a plenitud
el significado inmenso de la vida.

Cuando mis pasos ascienden las montañas,
para observar desde la cima, la majestuosa creación
del mundo, me convenzo una vez más
de la grandeza del creador.

Cuando mis ojos contemplan con asombro
el verde de la naturaleza, adornado de mil colores
de flores sin par, entiendo que la mano del artista
extendió su pincel, para alegrar nuestros corazones.

Cuando las nubes envían la lluvia y el rocío,
comprendo que la tierra y todos los que navegamos en ella,
albergamos esperanza porque sus aguas son la misma vida,
que un día nos conducirán en uno de sus tantos ríos,
al gran océano de la eternidad.

Cuando la luna se enciende en la oscuridad de la noche,
y las centelleantes estrellas del cielo iluminan el firmamento,
comprendo que por mas difícil que sea el camino,
la llama de la esperanza siempre debe mantenerse encendida,
como fuerza vital de la vida.

Cuando observo el majestuoso volar de las águilas,
extiendo los brazos al cielo y en acto implorante,
ruego al arquitecto del universo, me conceda las fuerzas
para imitar la actitud de esa ave maravillosa,
que vuela por encima de las dificultades
y entonces, es cuando comprendo,
que nuestro objetivo debe ser, ascender a las altas cumbres,
para convertir nuestros sueños en realidad.

Cuando escucho la hermosa risa de un niño,
entiendo que es la expresión maravillosa,
de un sentimiento puro que nos invita a convertir,
la dureza del hombre, en el corazón tierno y dulce,
que todos llevamos dentro.

Cuando la tristeza embarga el alma,
por esas cosas de la vida, mis pasos apresurados
buscan un refugio donde poder disipar las penas,
pero no hallo ese lugar, hasta cuando mi corazón me invita,
a encontrar unas palabras amorosas y tiernas,
que den aliento y fuerza para seguir la marcha inexorable,
¡y que cosa tan paradoja!, las encuentro en la misma
fuente de la vida: mi madre.

miércoles, 8 de agosto de 2007

¿USTED CAMBIARÍA LA DIGNIDAD DE REY O SOBERANO DE UN ESTADO, POR UN AMOR?

Wallis Simpson y Eduardo VIII
Duques de Windsor
Foto de 1954 - EPA




Quise titular la presente columna, con un interrogante de este tenor, particularmente porque nos ha tocado vivir en una época, en la que la superficialidad de los sentimientos es la nota predominante, especialmente la que registran los medios periodísticos dedicados a este tipo de temas, para mantener informados a los fanáticos seguidores, de personajes de todas las condiciones y categorías, pertenecientes al mundo de la política, de la farándula, del deporte, en fin de todas las distintas actividades humanas, que a través de despliegues asombrosos, nos muestran la suntuosidad y la ostentación, de la manera como llevan a cabo las celebraciones de sus matrimonios. Pero la verdad todo ese mundo de oropeles o mejor de ostentosidad y apariencia vana, se ve reflejada con informes de prensa registrando las separaciones por razones fútiles, de esos mismos actores que pretendieron mostrar, a televidentes y lectores ávidos del quehacer de sus admirados, que todo fue ilusiones, engaño y espejismo.

En la reciente historia política, económica y social de una de las grandes potencias mundiales, concretamente la Gran Bretaña, se presentó un hecho inusual en los comienzos del siglo veinte, relacionado con el máximo sentimiento humano como es el amor, cuyo protagonista en este caso tan especial, perteneciente al mas rancio abolengo de las monarquías europeas. Me estoy refiriendo nada mas ni nada menos que a su majestad el rey Eduardo VIII, quién permaneció en el trono de Inglaterra desde el 20 de Enero al 10 de Diciembre de 1936 y quién había reemplazado a su padre, Jorge V de la casa de Windsor.

El nuevo monarca que había encontrado en la norteamericana Wallis Simpson divorciada dos veces, su verdadero amor, sin interesarle para nada las críticas y las presunciones ridículas de la élite aristocrática y de los propios miembros de la realeza, que veían en esta relación algo indecorozo para la corona. Sin embargo el escándalo particularmente de la prensa amarilla, hizo tomar un giro de trescientos sesenta grados, en la determinación de anunciar a sus súbditos, los sentimientos por la norteamerica y la decisión de contraer matrimonio. Como es de suponer las altas esferas se obstinaron en impedir esta unión y no aceptaron ver a su rey casado con una plebeya.

El rey Eduardo VIII, hizo la propuesta de un matrimonio morganático, es decir la unión de un miembro de la estirpe real, con otra de rango inferior y con la claridad determinante, que la descendencia en caso de existir, no podría tener derechos a la corona de Inglaterra. Esta circunstancia crea el estupor en la alta sociedad inglesa y lo que en un principio se suponía la felicidad de una pareja que encuentra su alma gemela, se convierte en un hecho histórico de repercusiones inesperadas. El primer ministro británico Stanley Baldwin no aceptó este ofrecimiento y el rey se vió en una gran encrucijada y el camino que tomó fue la abdicación al reinado de la Gran Bretaña. Es decir ceder o renunciar al trono de ese país poderoso, por el amor de la Simpson.

En la línea sucesoral le correspondió asumir la corona a su hermano Alberto, que para la época ostentaba el título de príncipe de York y al ascender al trono tomó el nombre de Jorge VI, manteniéndose desde el año de 1936, hasta 1952. La esposa de este, Isabel conocida como la reina madre y descrita por sus biógrafos como muy ambiciosa.

Entre tanto los personajes centrales del presente relato, el príncipe Eduardo VIII y Wallis Simpson, contrajeron matrimonio el 3 de Junio de 1937, en Francia y a partir de la oficialización de la boda, se convirtieron en los Duques de Windsor. En ese mismo año la pareja de enamorados, fueron recibidos por Adolfo Hitler en Alemania y esto provocó una serie de conjeturas, entre las cuales se resalta la especie de que la Simpson era espía de Hitler y partidaria del régimen nazi. En años recientes el autor de un documental de la bbc relacionado con la vida de esta pareja, Denys Blakeway, descarta por completo esta hipótesis.

Este mismo autor asevera en sus investigaciones, que las verdaderas causas o motivaciones de dejar el trono por parte del rey Eduardo VIII, obedecieron a una conspiración, en la cual participaron miembros de la realeza y la clase política, que veían en este monarca a un hombre moderno, con nuevos esquemas, aficionado a las mujeres, practicante de los deportes peligrosos, a vestir bién y ser muy joven, ya que ascendió al trono a los 41 años, siendo aún soltero. Pero también a la Iglesia Anglicana, le incomodaba el rey, incluso de que asistiera a misa y la clase política no gustava de él porque era muy dado a ayudar a los pobres y tocaba terrenos que según ellos no le correspondian. En palabras del mismo Blakeway “lo cual lo hacía inadecuado para el trono ingles”.

Sea esto cierto o no, lo evidente, es que este rey dio al mundo ejemplo de desprendimiento y entrega total por la mujer de sus sueños, permaneciendo unidos para siempre y amándosen hasta la muerte. Hay un señalamiento que hace el rey a su cuñada Isabel, al culparla del distanciamiento que le provocó con su familia. El matrimonio vivió en el exilio y Eduardo VIII, gobernó a las Bahamas, antigua Islas Lucayas, estado insular del Atlántico, al SE de la Florida, con 13.900 Km2., capital Nassau, descubiertas por Colón. Las islas fueron colonia británica desde el siglo XVII, logrando su independencia en el año de 1973.




¿Usted amigo lector, dejaría el poder por un amor?

jueves, 2 de agosto de 2007

EL SIETE DE AGOSTO UNA GESTA EMANCIPADORA




LIBERTADOR DE CINCO NACIONES


La República de Colombia, celebra el siete de Agosto, una fecha mas de la gloriosa gesta emancipadora de la Batalla de Boyacá, al mando del Libertador Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios y Blanco, alcanzando este hecho memorable la independencia de la parte norte de Suramérica, precedido de triunfos militares determinantes para la libertad de cinco naciones, como lo fue la Batalla de Carabobo en Venezuela, la Batalla de Pichincha en Ecuador, la Batalla de Junín y Ayacucho en Perú y además en el Alto Perú o Bolivia.

Que fue lo que sucedió ese siete de Agosto de 1819, para convertirse en la fecha memorable, que permitió a Colombia la creación de nuestro propio Estado de Derecho y a la consolidación de la soberanía. Veamos en esa perspectiva histórica lo acontecido.

Las tropas realistas al mando del comandante general, coronel José María Barreiro, del jefe de Estado Mayor, coronel Sebastian Díaz y con la vanguardia comandada por el coronel Francisco Jiménez, pretendian llegar a la ciudad de Santa Fe de Bogotá capital del Virreinato, desde el Municipio de Motavita (Boyacá), cuya estratégia era unir sus fuerzas con las del Virrey Sámano y poder de esta manera hacerle frente al Libertador. El ejército español estaba compuesto por 2670 soldados, de los cuales 2300 pertenecían al arma de infantería, 350 al arma de caballería y 20 a artillería.

Entre tanto el General Bolivar, desde el cinco de Agosto había ocupado la ciudad de Tunja, para impedir el desplazamiento del ejército español, ordenando precisamente el día siete de Agosto, a las diez de la mañana, desde el Alto de San Lázaro, que las tropas realistas pasaran por el puente de Boyacá, que se encuentra sobre el riachuelo Teatinos y que une los caminos del Municipio de Samacá, por donde se desplazaban los españoles desde Motavita y el camino real que era por donde se dirigía el Ejército Patriota.

El ejército del General Bolivar estaba constituido por 2850 combatientes, de los cuales el general Francisco de Paula Santander, comandaba la vanguardia patriota y la retaguardia el general José Antonio Anzoátegui, el Jefe de Estado Mayor era el general Carlos Soublette. Este ejército de hombres valerosos y con sentimientos de libertad, lo conformaban venezolanos, granadinos, la Legión Británica, indigenas, mulatos, mestizos, zambos, negros y campesinos boyacenses, todos de extremada pobreza, mal vestidos y poco alimentados.

A las dos de la tarde el general Santander con decisión y valor patrio se enfrenta con la vanguardia realista, haciendo retroceder a los hombres de Barreiro hasta el Puente de Boyacá. En los mismos momentos en que esto se sucedía, el ejército español en el campo de Boyacá, se enfrentaba a la retaguardia del ejército de Bolivar, en la planicie que conduce al Municipio de Samacá, encontrándose los realistas incomunicados, dado que por un lado estaba el riachuelo Teatinos y por el otro la vanguardia patriota.

Aparece en escena el coronel Juan José Rondón, quién recibió la orden de atacar por el centro, con sus valientes Lanceros de Llano Arriba, logrando que los españoles o realistas retrocedieran ante la arremetida de los hombres de Rondón. De otra parte el general Santander ordenó a los Guías de Casanare, al mando de José María Ruiz, pasar al otro lado del Teatinos, para enfrentar a la vanguardia española, comandada por el coronel Francisco Jiménez, los cuales fueron derrotados de manera contundente. Ante este hecho tan determinante, el general Santander decide lanzar sobre el Puente de Boyacá, a los batallones Cazadores y Primero de Línea, comandados por los Tenientes Coroneles Joaquín París y Antonio Obando, viéndose Barreiro en la necesidad de rehacer su infantería, pero era demasiado tarde, para lo cual no tuvo otra alternativa que rendirse.

Ese día maravilloso de la gesta emancipadora colombiana, siendo las cuatro de la tarde, finalizó la patriótica batalla, dejando por parte de los realistas 100 muertos, entre ellos el coronel Juan Tolrá y el comandante Salazar y 150 heridos. Del ejército del Libertador murieron 13 soldados, entre los cuales se encontraba el capellán Fray Ignacio Diaz y 53 heridos.

Hay un hecho verdaderamente admirable, que sucedió la noche del siete de Agosto y lo protagonizó el niño Pedro Pascasio Martinez, de solo 12 años de edad, quién capturó al coronel Barreiro, haciéndolo prisionero y no aceptando soborno alguno, actuando de una manera madura y principalmente con inmenso amor de patria. Este acto le mereció al niño Pascasio, recibir del propio Libertador el ascenso a Sargento y una gratificación de cien pesos.

El General Bolivar una vez finalizada la memorable contienda, dictó el decreto por medio del cual se creaba la “Orden de Boyacá”, para enaltecer a los batallones y escuadrones que hicieron parte de esta que fue la culminación de la campaña libertadora. El valor y arrojo del general Francisco de Paula Santander, le valieron para ser considerado "El Héroe de Boyacá".