martes, 19 de junio de 2007

DOLOR DE PATRIA






A propósito de las diferentes noticias que se dan de manera sorprendente en nuestro país, particularmente aquellas que impactan el alma humana, como la de los niños que mueren en el departamento del Chocó, una división político-administrativa de Colombia, por la falta total o parcial de alimentos, enfermedad conocida como inanición, que es el estado patológico de desnutrición, nos lleva a profundas reflexiones de diferente orden. Cabe preguntarnos que está pasando con la clase dirigente de esa sección del país, cuya responsabilidad es de inmensa dimensión, puesto que su papel de dirigir el destino de una región, con el fin de llevar soluciones a los inmensos problemas que aquejan a sus gentes, se distrae en el manejo de la politiquería, en la repartija burocrática y en la distribución de millonarios contratos, para satisfacer su apetito corrupto e inmoral.

Entre tanto la miseria de la población chocoana con todas sus consecuencias, se hace mas protuberante y dramática, sin que exista una sincera convicción de ayudar a compatriotas que reclaman con justicia se coloque el Estado en su conjunto, para encontrar soluciones inmediatas al servicio de esos conciudadanos, que llevan en sus rostros reflejada la propia desesperación de una hambruna, que está acompañada de dolor y llanto.

El poeta florentino Dante en su magnífica obra la Divina Comedia, sitúa a las víctimas en el purgatorio o infierno y de la otra parte a los bienaventurados del paraíso, que en este caso que nos ocupa, son los usufructuarios de un poder político logrado de manera irregular y tramposa. ¿En estas dos categorías en el tamiz de Alighieri, quienes serían los verdaderos responsables de la tragedia chocoana, o mejor los culpables?

Los hospitales se cierran porque el presupuesto se lo roban y no existe la infraestructura necesaria para atender de la mejor manera a los usuarios del servicio médico. Las escuelas donde asisten los niños, carecen de las mínimas condiciones para recibir clase. Las vías de penetración carecen de la asistencia técnica para su mantenimiento y como es obvio impidiendo así, sacar sus productos a los centros de mercado. La gran fuente de empleo está en manos de los inescrupulosos, por medio de los cargos públicos que son negociados a cambio de votos. Agreguémosle a esta tragedia, el hecho que los habitantes del Chocó, se encuentran entre la espada y la pared: de una parte la guerrilla y de la otra los paramilitares, que se disputan el territorio por ser una zona ubicada geográficamente de manera estratégica, no solo para el cultivo de la planta, sino para el procesamiento de la droga, que tiene como destino los mercados de Estados Unidos y Europa.

Por lo anterior y mucho mas, incluso se ha llegado a pensar que este territorio debería ser anexionado a la República de Panamá, considerando de esta manera que el hermano país sí atendería de manera integral las múltiples tragedias que sufren los compatriotas que habitan y que cosa tan paradójica, una de las regiones mas ricas de Colombia.

Por considerar que el poema Indiferencia resume este drama colombiano, finalizo este artículo con la publicación del mismo.


INDIFERENCIA
POR: RAMÓN NEIRA WIESNER

África enclavada en el alma colombiana,
un lugar tan bello como los elíseos,
conocido por ser la etnia chocoana,
circundada por mar y ríos,
son obligados paseos.

Oro, plata y platino, entre tantas riquezas,
especies exóticas de gran exuberancia,
esplendorosos paisajes que son fortalezas,
valles y montañas adornan la excelencia.

Sus gentes expresión de libertad,
el alma se alimenta de bondad,
la alegría y el folklor de gran festividad,
unidos reclaman la heredad.

Todos sus rincones de mil colores,
parece que iris los pintara por manifestaciones,
como llamas de fugaces esplendores,
es el anuncio de grandes revelaciones.

Es hora de expresarse sin vacilaciones,
por la ignominia cometida contra el Chocó,
no mas silencio, mejor las expresiones,
para alcanzar la dignidad, el tiempo les tocó.

Llanto, dolor y tristeza, la muerte asecha,
niños famélicos, angustiados caminan,
en brazos de sus madres, mientras otros pelechan,
el mundo reclama y la justicia conmina.

Los gobiernos anuncian tierra de promisión,
es una verguenza ante la civilización,
promesas nunca cumplidas por la omisión,
cruel infracción penal contra la humana condición.

No mas frustración para la nueva generación,
nacerán los Prudencio Padilla, Luter King y Mandela,
espíritus unidos para alcanzar la reivindicación,
y construir la historia que la humanidad pondera.

jueves, 14 de junio de 2007

UN PAÍS QUE VALE LA PENA CONOCER


Seguramente cuando se habla de la República de Colombia, el lector probablemente registra inmediamente en su memoria, las imágenes mas lamentables y dantescas que caraterizan los titulares de los noticieros, cuando de Colombia se habla en el mundo. Son muchas las razones que evidencian que en efecto existen protuberantes motivos para justificar una crisis, de las proporciones que tal vez ningún dirigente nacional hubiese podido imaginar jamás. Estas son a todas luces reconocidas no solo en el panorama interno sino en el escenario internacional, que con nombre propio se distinguen: narcotráfico, paramilitarismo, corrupción política y guerrilla. Se podría decir que el conjunto de esta problemática, se asemeja a los mostruos alados que con cuerpo de mujer y cabello formado por serpientes, se conocieron en la mitología griega con el nombre de las gorgonas: Medusa, Euriala y Esteno.

Estos monstruos se distinguían porque todos aquellos que intentaran mirarlas o contemplarlas se convertían en piedra, pero de las tres la que respondía con la propia muerte era la Medusa. Afortunadamente ésta encontró a un valiente que pudo enfrentarla, conocido con el nombre de Perseo, logrando de manera astuta e inteligente cortarle la cabeza, manando abundante sangre de la cual nació el famoso caballo alado Pegaso, que sirvió de montura a Belerofonte, hijo del dios Poseidón.

La mayoría del pueblo colombiano que se distingue por ser gente trabajadora, honesta, de principios y valores, desea en lo mas hondo del corazón, que aparezca el gigante Perseo, dispuesto a destruir a esos seres extraños y desproporcionados, que tanto daño le han causado a la imagen de un país que no merece estar estigmatizado y por el contrario, aspira a colocarse en el sitial que le corresponde por ser una Nación digna, que conoce como pocas el valor de sus instituciones y que en su patrimonio moral, se encuentra una reserva de dirigentes bien preparados y conscientes de su papel de orientadores, que conducirán a esta patria por los caminos del respeto, del desarollo y el progreso con equidad y justicia social.

A pesar de este panorama sombrío, que bello es poder afirmar que Colombia es paisaje verde, con la región amazónica y la orinoquía, convertidas en pulmones de la humanidad. Con las llanuras mas bellas de paisajes ensoñadores y atardeceres sin par. De valles y montañas, con climas magníficos, con exuberante vegetación y de gentes emprendedoras y buenas. De altiplanos como el cundiboyacense que pareciera que su vista fuese obra del mas excelso de los artistas. Con dos mares: el Pacífico y el Atlántico o mar Caribe, con sus brisas, palmeras y playas, por donde transitan encantadoras mujeres, que parecen diosas salidas de las profundidades del océano, convertidas en sirenas que sueñan con nuevos amores. Que decir de las ciudades de leyenda, de historia y epopeyas, como la hermosa Cartagena, con sus callecitas y balcones, que esperan al turista para que la admiren y contemplen llevándosen en el corazón un recuerdo imperecedero. En fin que agradable es por medio de este espacio de opinión, invitar al mundo cibernauta para que escoja como lugar de descanso, esparcimiento y conocimiento al paradisiaco mundo macondiano, mas conocido como la hermosa Colombia.