ubicado en el corazón de la ciudad.
A propósito de este tema, por estos días en la ciudad de Bogotá, se viene afirmando de manera casi categórica por parte de ciertos orgnismos, que así lo dan a entender y de la creencia casi segura de la propia ciudadanía, sobre la inminencia de un terremoto de gran magnitud, que dejaría la metrópoli en una situación de destrucción, con miles de muertos y pérdidas materriales de gran significación. Incluso existe material impreso abundante que establece las “seis jugadas maestras para prepararse en caso de un terremoto”, distribuido por la Dirección de Prevención y Atención de Emergencias, de la Secretaría de Gobierno de la ciudad. Además recientemente los medios televisivos, mostraban cómo en el centro internacional los empleados y funcionarios de las diferentes empresas y oficinas, de ese importante sector de la ciudad, dejaban desocupados los edificios por una falsa alarma, que anunciaba precisamente que ese día y a esa hora se produciría un sismo de consecuencias graves.
Como es de suponer con sólo pensar en éstos fenómenos naturales, como tantos se han sucedido en el mundo, dejando dolor, muerte y todo tipo de traumatismos para esas naciones, que los niveles de preocupación y estrés, son de verdadera alarma. Por esta razón me dí a la tarea de investigar un poco mas sobre este vertebral asunto, dado que las instituciones encargadas no explican las razones científicas para asegurar con toda certeza sobre el terremoto anunciado, como debería ser y miren ustedes amigos lectores lo que me encontré.
El profesor M.Sc., Ph.D, Armando Espinosa Baquero, Miembro Correspondiente de la Sociedad Geográfica de Colombia, asegura que Bogotá, no se escapó a ciertos personajes que se arrogaban el hecho de predecir eventos telúricos futuros, entre los cuales se destaca un verso que se le atribuye al sacerdote Francisco Margallo, que dice: “El 31 de Agosto de un año que no diré, sucesivos terremotos destruirán a Santa Fe”.
El destacado profesional sobre este particular afirma: “Desafortunadamente esa predicción tiene poco sustento histórico pues fue dada a conocer inmediatamente después del terremoto del 31 de Agosto de 1917 (Correa,1962). El padre Margallo sí fue autor de una predicción de la cual hubo testigos en 1827. Pero antes del terremoto del 16 de Noviembre de 1827, anunció que algo grave sucedería a la Capilla del Sagrario, que se encuentra situada al lado de la Catedral Primada, pues había sido profanada (se habían realizado allí las exequias de una persona muerta en un duelo). La Capilla y muchos otros edificios quedaron gravemente averiados por el sismo, uno de los mas fuertes de la historia de la ciudad”. A propósito de las predicciones sismológicas, se llegó a afirmar causas políticas y don José Manuel Restrepo en sus memorias (Restrepo, 1954), citado por el propio Espinosa Baquero, afirmó que en la década de 1820 a 1830, se culpó al General Bolivar de varios sismos. Estos de manera coincidente ocurrieron inmediatamente después de llegar el Libertador a la ciudad de Bogotá.
Pero naturalmente la ciudad sí tiene una historia sismológica, de la cual se desprende la hipótesis de un posible terremoto en la capital de la República, aspecto este que tiene una rigurocidad científica como lo podemos ver a continuación. En Octubre de 1743, se presentó un sismo de intensidad VII, con daños intermedios y su origen tuvo lugar en el Páramo de Chingaza. En ese mismo siglo, el 12 de Julio de 1785, se repitió el mismo fenómeno con intensidad VII, con consecuencias severas y su origen estuvo en el mismo lugar del Páramo de Chingaza. El 17 de Junio de 1826, hubo un terremoto de intensidad VII y efectos intermedios; en esta oportunidad su origen fue el Municipio de Sopó, departamento de Cundidinamarca. En Noviembre 16 de 1827, repitió con graves consecuencias en la ciudad de Bogotá y una intensidad VII, el origen de éste estuvo focalizado en el Municipio de Timaná, departamento del Huila. En el siguiente siglo, el 31 de Agosto de 1917, hubo un sismo de efectos severos para la ciudad, con intensidad VII y su origen se localizó en el Páramo de Sumapaz. En Noviembre 1º. de 1928, el origen fue en el Valle de Tenza y los efectos en la capital, fueron de daños severos, con intensidad VII. En Febrero 9 de 1967, el epicentro fue en Vegalarga, departamento del Huila y los efectos en Bogotá fueron de daños intermedios y su intensidad estuvo en VI y VII.
Analizada esta historia sísmica en su conjunto, se puede afirmar que la sismicidad en Bogotá, es bastante alta como caracteriza a las ciudades de Manizales y Popayán. Es incuestionable el hecho de que la ciudad se encuentra ubicada en la región andina y los expertos en el tema consideran que esta circunstancia hace que Bogotá, esté en permanente riesgo de una actividad sísmica, entre otras razones por el movimiento de tres grandes placas tectónicas, conocidas con los nombres de Nazca, Suramericana y del Caribe. De tal manera que los movimientos de estas placas, generan diferentes fallas que alimentan un volumen considerable de energía y al liberarse ésta, se produce los terremotos o sismos. El último ocurrió hace casi 90 años, y ha generado toda clase de comentarios sobre un posible temblor, precisamente por estas épocas. De ahí la importancia de seguir muy puntualmente las recomendaciones de las instituciones encargadas de estos temas, para lograr que toda la población tome las medidas de prevención que se indican de forma muy exacta y lograr hacer menos graves las consecuencias que causan estos movimientos telúricos. Recomiendo visitar la página http://www.conlospiesenlatierra.gov.co/
Es muy importante conocer las definiciones de estos fenómenos, entendiéndose que un sismo o temblor, es un movimiento vibratorio que tiene su origen en el interior de la tierra y esta acción natural se propaga en todas las direcciones en forma de ondas. La explicación científica lo define como la liberación de energía en el interior de la tierra, de forma súbita, para reacomodarse a través de movimientos de las placas tectónicas. El lugar o zonas donde se producen estos movimientos se conocen como fallas geológicas y los temblores que se producen como consecuencia del reacomodamiento de la tierra se conoce como sismos tectónicos.
Existe otro tipo de causas que producen temblores, como es el caso del ascenso del magma, que es un líquido que se forma en el interior de la tierra, por fusión de la corteza o del manto, y que, al enfriarse da origen a una roca eruptiva (definición Larousse), saliendo a la superficie terrestre. Este tipo de sismos están calificados como volcánicos y puede ser el aviso de una erupción volcánica.
Se puede decir que los sismos telúricos tienen su propia medición por medio de la magnitud, con base en la amplitud de la onda máxima registrada en un sismógrafo. La amplitud de las ondas sísmicas es una medida de energía liberada en el propio lugar del fenómeno. Un dato importante es el hecho que este parámetro de la magnitud la propuso Charles F. Richter, en 1935 para clasificar los sismos del sur de California.
La Red Sísmica del Noroeste de México (RESNOM), a través de su página de Internet, afirma lo siguiente sobre el momento sísmico: “Durante los últimos años, los sismólogos han preferido el uso del momento sísmico para cuantificar el tamaño de un temblor, por ser éste uno de los parámetros sísmicos que se determinan con mayor precisión. Este parámetro está basado en el principio de que el movimiento a lo largo de una falla lo produce un par de fuerzas que actúan en sentido opuesto a uno y otro lado de la falla. El momento sísmico es función del desplazamiento relativo a lo largo de la falla, del área de ruptura y de la rigidez del medio en que el temblor se origina. El momento sísmico fue calculado por primera vez por Keiiti Aki en 1966, a partir de las características de las ondas sísmicas registradas, para el sismo de Niigata de 1964”.
La bibliografía del presente artículo fue tomada de la Sociedad Geográfica de Colombia, Académia de Ciencias Geográficas y de la charla dictada por el doctor Armando Espinosa Baquero, en el Planetario Distrital. Además de la página web de la Red Sísmica del Noroeste de México.
Como es de suponer con sólo pensar en éstos fenómenos naturales, como tantos se han sucedido en el mundo, dejando dolor, muerte y todo tipo de traumatismos para esas naciones, que los niveles de preocupación y estrés, son de verdadera alarma. Por esta razón me dí a la tarea de investigar un poco mas sobre este vertebral asunto, dado que las instituciones encargadas no explican las razones científicas para asegurar con toda certeza sobre el terremoto anunciado, como debería ser y miren ustedes amigos lectores lo que me encontré.
El profesor M.Sc., Ph.D, Armando Espinosa Baquero, Miembro Correspondiente de la Sociedad Geográfica de Colombia, asegura que Bogotá, no se escapó a ciertos personajes que se arrogaban el hecho de predecir eventos telúricos futuros, entre los cuales se destaca un verso que se le atribuye al sacerdote Francisco Margallo, que dice: “El 31 de Agosto de un año que no diré, sucesivos terremotos destruirán a Santa Fe”.
El destacado profesional sobre este particular afirma: “Desafortunadamente esa predicción tiene poco sustento histórico pues fue dada a conocer inmediatamente después del terremoto del 31 de Agosto de 1917 (Correa,1962). El padre Margallo sí fue autor de una predicción de la cual hubo testigos en 1827. Pero antes del terremoto del 16 de Noviembre de 1827, anunció que algo grave sucedería a la Capilla del Sagrario, que se encuentra situada al lado de la Catedral Primada, pues había sido profanada (se habían realizado allí las exequias de una persona muerta en un duelo). La Capilla y muchos otros edificios quedaron gravemente averiados por el sismo, uno de los mas fuertes de la historia de la ciudad”. A propósito de las predicciones sismológicas, se llegó a afirmar causas políticas y don José Manuel Restrepo en sus memorias (Restrepo, 1954), citado por el propio Espinosa Baquero, afirmó que en la década de 1820 a 1830, se culpó al General Bolivar de varios sismos. Estos de manera coincidente ocurrieron inmediatamente después de llegar el Libertador a la ciudad de Bogotá.
Pero naturalmente la ciudad sí tiene una historia sismológica, de la cual se desprende la hipótesis de un posible terremoto en la capital de la República, aspecto este que tiene una rigurocidad científica como lo podemos ver a continuación. En Octubre de 1743, se presentó un sismo de intensidad VII, con daños intermedios y su origen tuvo lugar en el Páramo de Chingaza. En ese mismo siglo, el 12 de Julio de 1785, se repitió el mismo fenómeno con intensidad VII, con consecuencias severas y su origen estuvo en el mismo lugar del Páramo de Chingaza. El 17 de Junio de 1826, hubo un terremoto de intensidad VII y efectos intermedios; en esta oportunidad su origen fue el Municipio de Sopó, departamento de Cundidinamarca. En Noviembre 16 de 1827, repitió con graves consecuencias en la ciudad de Bogotá y una intensidad VII, el origen de éste estuvo focalizado en el Municipio de Timaná, departamento del Huila. En el siguiente siglo, el 31 de Agosto de 1917, hubo un sismo de efectos severos para la ciudad, con intensidad VII y su origen se localizó en el Páramo de Sumapaz. En Noviembre 1º. de 1928, el origen fue en el Valle de Tenza y los efectos en la capital, fueron de daños severos, con intensidad VII. En Febrero 9 de 1967, el epicentro fue en Vegalarga, departamento del Huila y los efectos en Bogotá fueron de daños intermedios y su intensidad estuvo en VI y VII.
Analizada esta historia sísmica en su conjunto, se puede afirmar que la sismicidad en Bogotá, es bastante alta como caracteriza a las ciudades de Manizales y Popayán. Es incuestionable el hecho de que la ciudad se encuentra ubicada en la región andina y los expertos en el tema consideran que esta circunstancia hace que Bogotá, esté en permanente riesgo de una actividad sísmica, entre otras razones por el movimiento de tres grandes placas tectónicas, conocidas con los nombres de Nazca, Suramericana y del Caribe. De tal manera que los movimientos de estas placas, generan diferentes fallas que alimentan un volumen considerable de energía y al liberarse ésta, se produce los terremotos o sismos. El último ocurrió hace casi 90 años, y ha generado toda clase de comentarios sobre un posible temblor, precisamente por estas épocas. De ahí la importancia de seguir muy puntualmente las recomendaciones de las instituciones encargadas de estos temas, para lograr que toda la población tome las medidas de prevención que se indican de forma muy exacta y lograr hacer menos graves las consecuencias que causan estos movimientos telúricos. Recomiendo visitar la página http://www.conlospiesenlatierra.gov.co/
Es muy importante conocer las definiciones de estos fenómenos, entendiéndose que un sismo o temblor, es un movimiento vibratorio que tiene su origen en el interior de la tierra y esta acción natural se propaga en todas las direcciones en forma de ondas. La explicación científica lo define como la liberación de energía en el interior de la tierra, de forma súbita, para reacomodarse a través de movimientos de las placas tectónicas. El lugar o zonas donde se producen estos movimientos se conocen como fallas geológicas y los temblores que se producen como consecuencia del reacomodamiento de la tierra se conoce como sismos tectónicos.
Existe otro tipo de causas que producen temblores, como es el caso del ascenso del magma, que es un líquido que se forma en el interior de la tierra, por fusión de la corteza o del manto, y que, al enfriarse da origen a una roca eruptiva (definición Larousse), saliendo a la superficie terrestre. Este tipo de sismos están calificados como volcánicos y puede ser el aviso de una erupción volcánica.
Se puede decir que los sismos telúricos tienen su propia medición por medio de la magnitud, con base en la amplitud de la onda máxima registrada en un sismógrafo. La amplitud de las ondas sísmicas es una medida de energía liberada en el propio lugar del fenómeno. Un dato importante es el hecho que este parámetro de la magnitud la propuso Charles F. Richter, en 1935 para clasificar los sismos del sur de California.
La Red Sísmica del Noroeste de México (RESNOM), a través de su página de Internet, afirma lo siguiente sobre el momento sísmico: “Durante los últimos años, los sismólogos han preferido el uso del momento sísmico para cuantificar el tamaño de un temblor, por ser éste uno de los parámetros sísmicos que se determinan con mayor precisión. Este parámetro está basado en el principio de que el movimiento a lo largo de una falla lo produce un par de fuerzas que actúan en sentido opuesto a uno y otro lado de la falla. El momento sísmico es función del desplazamiento relativo a lo largo de la falla, del área de ruptura y de la rigidez del medio en que el temblor se origina. El momento sísmico fue calculado por primera vez por Keiiti Aki en 1966, a partir de las características de las ondas sísmicas registradas, para el sismo de Niigata de 1964”.
La bibliografía del presente artículo fue tomada de la Sociedad Geográfica de Colombia, Académia de Ciencias Geográficas y de la charla dictada por el doctor Armando Espinosa Baquero, en el Planetario Distrital. Además de la página web de la Red Sísmica del Noroeste de México.
5 comentarios:
Dada la importancia del tema es bueno conocer diferentes informes acerca de este posible terremoto, y me parece importante destacar, la reseña historica que se hace en le articulo, realmete se nota el interes por brinadarle una informaciòn clara y concisa al lector.
Es una nota donde se encuentra una informacion muy completa sobre un posible terremoto en la capital "Bogota" es preocupante pero hay que tener muypresente como se debe actuar ante tal situacion. Lo felicito profesor Neira.
es importante el tema que propuso ya que es muy importante, uno tener una idea de como protegerse a serca de estos desastres naturales, mas sin embargo yo piezo que la ciudad no esta preparada para un desastre natural como esto, ya que creo que los edificios recidenciales no los construyen previniendo la posibles cituacion que aqui se esta imponiendo, y los 6 medidas de prevencion nos puede ayudar a prevenir un posible desastre.
gracias por ponernos a pensar.
El articulo es muy interesante y muestra de manera concreta lo que es un terremoto y sus formas de presentacion; quisieramos saber si la teoria de que cada 100 años se presenta un terromento en bogotá, es cierta.
ademas nos gustaria enterarnos de la forma en la que se debe actuar ante un terremoto.}
att: Vanessa Pineda Salvador, Yuli V. Segura y Fernando Serrano.
Hace unos años, cuando aun mis unicos problemas y preocupaciones eran mis muñecas... Presencie como mi abuelita la consumia esa mounstruosa enfermedad, llamada cancer, fue triste, penoso; Pero solo hasta hoy revivo el verdadero dolor y comprendo que no elige victima.
Las palabras se desvanecen ...
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