JESÚS NO NACIÓ EL 25 DE DICIEMBRE, PERO EL MUNDO CELEBRA EN ESTA FECHA SU NATIVIDAD

La Natividad de Jesús

Visión de la Beata Ana Catalina Emmrich

Imágen de: capillacatolica.org

El mundo se alista para las celebraciones de fin de año y con éstas como es natural con gran pompa y derroche festejar la Natividad del Salvador, correspondiendo el 25 de Diciembre evidentemente a las fiestas paganas, que se llevaban a cabo en la época romana. Es importante entender que el paganismo es el nombre dado por los cristianos a partir del siglo IV al politeísmo, que los campesinos siguieron fielmente por mucho tiempo. Sin duda debe decirse que continúa siendo una fiesta pagana, en casi todos los rincones del mundo, inclusive en países que siguen otras religiones, o ¿cómo podríamos decir lo contrario, cuando no existe ningún tipo de espiritualidad, respeto y recogimiento, por el gran acontecimiento de la venida del hijo de Dios hecho hombre, que debería constituirse en la mas solemne de todas las fiestas de la religión cristiana o católica?

Mateo y Lucas en sus respectivos evangelios, no señalan la fecha de nacimiento del redentor del mundo y aseguran que su lugar de nacimiento fue en Belén de Judea. Baste recordar que Jesús era judío y todos los de su raza acostumbran a llamar a sus descendientes por el nombre de su padre o por el de la ciudad de origen, en este caso siempre se ha conocido como Jesús de Nazareth, lo que significaría que Jesús nació en esa ciudad.

Si tenemos presente el hecho histórico relacionado con Herodes I el Grande, quien impuso su poder otorgado por los romanos a los judíos, caracterizado por su brutalidad, al que se le atribuye la reconstrucción del templo de Jerusalén, entre otras de sus realizaciones, pero que además ordenó la degollación de los inocentes o niños de Belén menores de dos años y teniendo en cuenta que Herodes murió a principios del mes de Abril del año 4 antes de Cristo, esta circunstancia lleva a suponer que Jesús nació dos años antes de la muerte del rey Herodes.

Maimónides, filósofo, médico y talmudista, judío español, gran conocedor de la cultura árabe y hebrea, afirmó que Jesús hace su presencia en el mundo, cuando se presenta la conjunción de Saturno-Júpiter en la constelación de Piscis, en el año 7 antes de Cristo. Mas adelante el astrónomo alemán Kepler, identificado con el sistema heliocéntrico de Copérnico, afirma que la estrella de Belén, tiene una gran relación con la conjunción Saturno-Júpiter, habiéndose visto en todo el Medio Oriente, considerada como una señal especial, repitiéndose el mismo fenómeno tres veces en el año: 29 de Mayo, 3 de Octubre y 4 de Diciembre.

El articulista del Suplemento Literario del Periódico El Tiempo, en su artículo ¿Cuando nació Jesús?, aparecido en el año 2002, cita a Josefa R. Duque, quien escribió “Arpas Eternas”, para asegurar según la escritora “que Jesús nació en el año 747 después de la fundación de Roma, o en el año 8967 de iniciada la era Adámica (relativo a Adán), al haber existido conjunción de Júpiter-Saturno con unión de Marte en Piscis, la séptima noche del Equinoccio de Invierno (este se inicia el 21 de Septiembre). Según esto Jesús debió nacer un 28 de Septiembre”.

Algunos historiadores aseguran que la celebración del nacimiento de Jesús, surgió de una disputa eminentemente teológica, particularmente entre los primeros cristianos considerados como heréticos (relativo a la herejía), especialmente los gnósticos, quienes se consideraban poseedores de un conocimiento completo y trascendental de todo, quienes defendían la tesis según la cual durante el bautismo de Jesús, por parte de Juan el Bautista, la Divinidad se reveló en el Cristo y no lo que afirmaban otras corrientes que aseguraban que fue durante su nacimiento. Esto llevó a la necesidad de celebrar el día seis de Enero la fiesta del bautismo de Jesús.

Cabe preguntarnos si se desconocía la fecha del nacimiento de Jesús, por qué se decide celebrar la fecha del bautismo cuando también se desconocía y esto tiene una explicación de orden pagano, dado que en esa fecha se celebraba la fiesta en honor a Dionisios dios del vino, la vegetación, la fecundidad y la muerte. Además en la ciudad de Alejandría se celebraba el nacimiento de Eón, de la virgen Coré o Perséfone, divinidad griega del mundo subterráneo, hija de Deméter, los romanos la adoraban con el nombre de Proserpina y esa fecha también consagraba a Osiris, esposo de Isis y padre de Horus. Es así como durante mucho tiempo, a partir del siglo IV, en esta fecha junto con la del bautismo se celebraba también la Navidad.

La iglesia primitiva toma la decisión de celebrar la Navidad el 25 de Diciembre, por iniciativa de Constantino, que entre otras cosas abraza la religión católica, después de ser uno de los grandes perseguidores de los cristianos, convirtiéndose posteriormente en defensor de la nueva religión. En ésta fecha el Imperio Romano celebraba el culto al sol, habiéndose construido templos en honor al “Sol Invencible”, llevándose a cabo en esos días bacanales y hogueras, en homenaje a esa divinidad, produciéndose todo tipo de desmanes y crímenes. Esto llevó a los seguidores de Cristo a cristianizar la fiesta pagana del Sol. Es así como el mundo de hoy sin distingos de religión, celebra esta festividad, alejada de la solemnidad espiritual que merece el acontecimiento y como correspondería a un hecho de tanta significación y trascendencia, pero eso sí marcada por el desbordante consumismo que caracteriza la sociedad de hoy.

A mis apreciados lectores en estas fiestas de fin de año, les expreso los mejores deseos, para que el nacimiento de Jesús se produzca en el corazón de cada uno de ustedes y con el poder infinito de ese ser maravilloso, podamos encontrar el camino de la paz, del amor y de los mas altos ideales, en compañía de sus familias. Que maravilloso sería que la sobriedad y la sencillez, sea la característica de éstas celebraciones, pero eso sí, con el más profundo respeto de adoración y regocijo, en honor de quién entregó su vida por nosotros y quien partió la historia de la humanidad en dos y que un día que no conocemos, estaremos contemplando la luz esplendorosa de sus rayos celestiales, después de haber transitado por este hermoso planeta. ¡Feliz Navidad y un Nuevo Año 2008, de éxitos y triunfos!